¿Cuánta agua consumimos al día?


      En estos momentos algun@s de vosotr@s estaréis echando cuentas y no sabréis decir con seguridad cuántos litros de agua consumís a lo largo del día. Quizás otr@s estáis llegando a la conclusión de qué consumís la cantidad necesaria para que vuestro organismo funcione correctamente. Al igual que al cabo del día, no vamos contando las veces que respiramos, y sin embargo inhalamos y exhalamos lo necesario para sobrevivir, pensaréis que con el agua  pasa algo parecido. Quizás otr@s estaréis pensando que más o menos al día consumís lo recomendado por los profesionales de la salud, lo que viene a ser en torno a 2 y 3 litros por día. Aunque sois conscientes de que se tratan de valores aproximados ya que la cantidad de agua que necesita nuestro organismo está íntimamente relacionado con nuestra edad, masa corporal, actividad física así como por las condiciones ambientales en las que nos desenvolvamos en cada momento. 
  
       Hasta aquí, no podría estar más de acuerdo con vuestras reflexiones y conclusiones a las que acabáis de llegar, si la pregunta estuviese centrada únicamente en la cantidad de agua directa que consumimos a través de nuestros alimentos y bebidas. Sin embargo la pregunta trata de ir más allá, y hasta el momento únicamente estamos viendo la punta del iceberg. Para conocer el resto, necesitamos ampliar nuestro enfoque de reflexión más allá del acto de beber o de comer, y dirigir nuestra mirada hacia un enfoque holístico entendiendo como consumo de agua a la cantidad de agua que necesitamos a nivel planetario para producir un alimento o bebida teniendo en cuenta todos los eslabones de la cadena de producción de  los alimentos. Desde la cantidad de agua que se consume para obtener una cosecha, el agua necesaria para transportarla y el agua requerida para el procesamiento. A esto se le conoce como la huella hídrica de los alimentos. 

     Cómo habéis podido intuir, el agua que consumimos a nivel planetario está directamente relacionada con el tipo de alimento, la procedencia de los alimentos y el embalaje de los mismos. Obviamente aquellos alimentos procedentes de  canales cortos de comercialización, es decir aquellos alimentos que se consideran locales porque se producen cerca de donde vivimos y que son frescos presentarán una huella hídrica menor que aquellos alimentos que han sido transportados largas distancias y que hayan tenido que pasar por un mínimo de procesamiento, al menos en lo que se refiere al embalaje (normalmente de plástico) para poder soportar sin perecer esas largas distancias. Sí, porque la producción de plástico también consume agua.

       En términos globales y generales, según Arjen Hoekstra, invertor del concepto de la huella hídrica, se necesitan 4.480 litros de agua necesita una dieta basada en carne, 2830 litros un dieta vegetarias y 2380 litros una dieta vegana en términos globales. En las siguientes imágenes se recoge el consumo de agua de algunos de los productos alimentarios que normalmente consumimos. Si quieres conocer en más detalle la huella hídrica que tienen otros alimentos que consumimos así como las  actividades antrópicas como la industria, agricultura y ganadería intensiva te recomiendo que bucees por la página web https://waterfootprint.org, desarrollada por Arjen Hoekstra. Aunque su contenido está en inglés, intenta trastearla porque es una página muy completa y fiable para conocer realmente el consumo de agua que hacemos.



Huella hídrica de algunos productos alimentarios. Fuente: waterfootprint.org (Imagen extraída: http://www.cfc-asturias.es/noticias/show/1338-un-kilo-de-carne-y-16-000-litros-de-agua)


Recursos necesarios para producir 1 litro de agua embotellada. Imagen extraída de iAgua (https://www.iagua.es/blogs/maike-radermacher/como-agua-embotellada-dana-nuestro-medio-ambiente

     
           Recordemos que el agua es un bien común necesario para la vida en la Tierra, para nuestras vidas. Y aunque es cierto que nuestro planeta Tierra es conocido como el planeta azul por estar compuesto por un 70% de agua; recordad que el 96,5% es agua salada y que sólo el 3,5% es agua dulce. Sin embargo, sólo el 30% de ese 3,5% está disponible para nuestro consumo (acuíferos, arroyos, ríos..) ya que el 70% restante se encuentra congelada en los glaciales. Por lo que es de vital importancia, tanto para nosotr@s como para el resto de organismos,  que cuidemos el agua que consumimos haciendo un uso responsable de este maravilloso y vital recurso.

       La acción más directa y eficaz que está en nuestras manos para cuidar el agua que tenemos es cambiando nuestros hábitos de consumo: evitando en la mayor medida productos que estén procesados, que presenten embalaje o que contaminen las aguas, la atmósfera y los suelos en su proceso de producción. Así como el decrecimiento material en torno a aquellos productos que no sean necesarios. En nuestra mano está dirigirnos a hacia el consumo de alimentos locales, de temporada y frescos y el cambio de dietas donde predominen el consumo de legumbres, frutas y verduras.


                      ¡Antes de consumir algún producto piensa en el agua que hay detrás!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Junt@s podemos enfriar el planeta

¡¡¡Bienvenid@s!!!